La instalación artística «Se Vende» aborda la compleja crisis que afecta a Mallorca, donde el patrimonio y la identidad de los mallorquines, la vivienda y los precios de los productos están muy influenciados por el sector del turismo. En esta obra, estos elementos se exponen y se venden en escaparates como reclamo turístico.
La obra utiliza una sitja (elemento para guardar los frutos de la cosecha) como lienzo para reproducir el tradicional cartel de «Se Vende» en vinilo, otorgándole un carácter publicitario y de anuncio comercial a la obra. De esta manera, denuncia la comercialización del patrimonio y la identidad, la invisibilización de la cultura y la desaparición del legado tradicional de la isla.
«Se Vende» no solo destaca la problemática de la vivienda, sino también un conjunto de fenómenos sociológicos que acontecen en Mallorca en los últimos tiempos. La obra pone en el centro la comercialización de identidades y bienes, las tradiciones mallorquinas y el cambio de una sociedad debido a elementos externos como el turismo y el mercado inmobiliario.